Bebés a upa, madres con cara de preocupación, niños con barbijo, otros en sillas de ruedas es lo que se ve al ingresar al Hospital Elizalde. Pero en el tercer piso del hall central el escenario se transforma: una serie de dibujos expuestos le dan color al área donde los pequeños pacientes esperan para ser atendidos.
Esas obras de arte fueron realizadas durante el taller de artes plásticas de la ONG CHAP (Curar Haciendo Arte con Pequeños), una asociación civil sin fines de lucro que tiene como misión facilitar el poder curativo del arte a niños y sus familiares en situaciones de crisis, a través de la coordinación de talleres de plástica en las salas de espera de los hospitales pediátricos públicos porteños.
“La idea es generar un lugar dentro del hospital donde el nene no sea visto únicamente como paciente. Que tenga un lugar de expresión y de juego en la espera, que relacione al hospital no únicamente como un lugar de dolor, de enfermedad, gris, sino un lugar que puede ser divertido, alegre y colorido”, aseguró Pedro Ortiz, fundador de la ONG.