El gobierno nacional confÃa en que junio será un mes bisagra y que en julio se podrá completar la vacunación a grupos de riesgo.
No quieren decirlo en voz muy alta. Y cada vez que algún funcionario lo transmite en declaraciones públicas se hacen reproches mutuos y temen que, más adelante, la opinión pública vuelva a recordarle las promesas incumplidas.
Sin embargo, el Gobierno espera que el mes de junio se transforme en un verdadero “mes bisagra” con la llegada de por lo menos 9 millones de vacunas para ingresar al invierno con niveles más altos de confianza en el Plan Estratégico de Vacunación. Quizás 10 millones, aceptan en el Ministerio de Salud.
Se sabe que, hasta hoy, ingresaron:
- 17.631.945 dosis de ambos componentes de Sputnik V (8.115.745)
- Sinopharm (4.000.000)
- Covishield (580.000)
- COVAX (AZ, 1.944.000)
- AstraZeneca/Oxford ( 2.992.200)
Pero en Casa Rosada existe la convicción de que la segunda quincena de junio permitirá escalar la vacunación de modo que pueda inocular a toda la población de riesgo, más el personal de salud, seguridad, docente y estratégico a principios de julio, algo asà como 15 millones de personas y por lo menos la mitad con ambos componentes.
En principio, en el cumplimiento -atrasado, está claro- del contrato firmado con AstraZeneca en noviembre de 2020, que recién arrancó con la llegada de 2.148.000 dosis que se concretó este lunes.
Dentro de ese cupo, mayo, aún falta el ingreso de 900.000 vacunas, que estarÃan en el Aeropuerto de Ezeiza en los primeros dÃas de junio, a más tardar. Con otras partidas ya recibidas, el cupo de junio de AZ/Oxford completarÃa 3.960.000 dosis.
Pero lo importante es el cupo de junio. La mismÃsima Carla Vizzotti confirmó que a partir del 14 de junio llegarán 3.500.000 dosis de ese contrato de 22.400.000 millones, siempre “según los vuelos y la reservas, y lugar que haya en los aviones”, tal como la Ministra de Salud se atajó.
Durante el mes de junio, también se espera avanzar con la firma de un contrato con Sinopharm, que ya le informó al Gobierno que tiene disponible 2 millones de dosis para junio, en tanto se sigue trabajando para recibir nuevas dosis dentro del contrato COVAX, aún sin precisiones de cantidades y fechas, tal como explicó Vizzotti al regreso de su viaje desde La Habana. Se cree que en junio podrÃan llegar 500.000 dosis bajo esa iniciativa global, aún sin especificar fecha.
En cuanto a Sputnik, es el Presidente el que anticipó que el Instituto Gamaleya ya envió al laboratorio argentino Richmond el principio activo, lo que le permitirá producir en el mes de junio 2 millones de dosis.
Por último, Vizzotti anticipó que Argentina recibirÃa en los próximos dÃas un vuelo desde Moscú, aunque desde el Gobierno no quieren anticipar número, escaldados con la imprevibisilidad de la producción y el envÃo desde la Federación Rusa, se tratarÃa de 900.000 dosis.
AquÃ, la noticia es que Argentina firmó un nuevo acuerdo con Fondo Ruso de Inversión Directa para recibir otros 10 millones.
Toda esta compleja danza de números supone, además, una eficiente logÃstica en la distribución y en la inoculación. Y, quizás, la revisión de algunos tópicos decididos en el Plan Estratégico de Vacunación.
Para eso se espera este miércoles una nueva reunión del Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIm), el organismo que asesora al Gobierno en la formulación de polÃticas de vacunación, integrado por Mirta Roses, Ricardo Rüttimann, Andrea Uboldi, Teresa Estrella y Maximiliano Nitto en su núcleo central.
¿Se cambiará el sistema de prioridades? ¿Se incluirá entre las personas de riesgo algunas actividades para el mes de junio? ¿Las grandes urbes, focos centrales de contagios, recibirán más porcentajes? ¿Se exigirá la incorporación de los vacunatorios expertos, dejados de lado por la politización en varios distritos?
Mientras tanto, el Gobierno espera cerrar en un corto tiempo el contrato con Cansino, un joint-venture entre un laboratorio canadiense y otro chino, que contó con la ayuda del Laboratorio Cassará para las negociaciones con el Ministerio de Salud. Como otros, éste acuerdo se demoró demasiado, sometido a la gran cantidad de opiniones que intervienen en las decisiones oficiales, donde lo ideológico interviene más de lo recomendable.