En RÃo de Janeiro, el equipo de Rueda ganaba con un golazo de Luis DÃaz; el local lo revirtió con goles de Firmino -tras un rebote en el árbitro argentino- y Casemiro, y se quedó con el primer puesto del Grupo B; el conjunto cafetero está muy complicado.
Cuando uno lee el programa da la impresión de que todo puede pasar entre Brasil y Colombia. Equipos técnicos, ciclotÃmicos, pese a la distancia que los brasileños tomaron sobre el resto en las eliminatorias y en este primer tramo de la Copa América, son capaces de partidos pulidos. Pero también de otros de acá para allá, de juego elaborado y, a la vez, rÃspido. Algo de eso ocurrió con el 2-1 a favor de los brasileños, que empataron tras una controvertida jugada que tuvo un rebote en el árbitro argentino Néstor Pitana, reclamada hasta el final por los colombianos y revisada en el VAR por Mauro Vigliano, y que ganaron con el cabezazo de Casemiro en el tiempo adicionado.
Entre ellos puede haber sorpresas, como la apertura de Colombia, con apenas nueve minutos. Cuadrado, otra vez decisivo con la pegada, lanzó un centro-asistencia para la aparición de Luis DÃaz, que definió con una pirueta, mitad tijera y mitad chilena, que hizo inútil la volada de Weverton Golazo.
Se sabÃa que el conjunto dirigido por Reinaldo Rueda le podÃa traer problemas a Brasil con el juego aéreo. No sólo por la precisión de Cuadrado, sino también por las presencias de Borré y Zapata dentro del área.
Brasil cayó en un rápido nerviosismo. Llamó la atención por la sólida marcha que traÃa en un torneo que todavÃa no atrapó a los hinchas locales, más atentos al Brasileirao que a la competencia continental. Pero el equipo verdeamarelo sintió la presión de sentirse en desventaja y, a veces, recurrió a un juego brusco no siempre sancionado con rigurosidad por Pitana.
Fue decisivo para el juego colombiano cómo achicaron los espacios Uribe y Barrios. Los conductores de Brasil sintieron el asedio y cayeron en imprecisiones que le impidieron progresar. Todo impactaba en la confianza. Neymar aparecÃa poco y nada. Cuando lo hacÃa, el N° 10 desequilibraba o era frenado con infracción. De hecho, una dura falta de Cuadrado sobre el crack inquietó a Tite. El DT querÃa darle un descanso. Pero Neymar quiso jugar. Algo parecido a lo que ocurrió con Lionel Messi en la Argentina en el partido frente a Paraguay.
Tanto le costó a Brasil acercarse al arco que solo pudo mencionarse un remate desde lejos de Richarlison como situación de cierto riesgo, más allá de un cabezazo fallido del mismo atacante.
En todo momento se jugó con el presente y con el futuro. Con el boleto a los octavos de final en el bolsillo, Brasil igual arriesgó el fÃsico y jugó con potencia. El primer lugar de la zona tiene un valor agregado y, eventualmente, a su dueño puede evitarle el rival más poderoso hasta la final. Pero también Tite no dudó en sacar a los amonestados Alex Sandro y Ribeiro. También afloró el duelo mental.
Los brasileños se acercaron al arco de Ospina, que, sin embargo, no sufrió grandes sobresaltos hasta la mitad de la segunda parte, cuando Neymar estrelló un remate en un poste. Colombia empezaba a resistir, a aguantar, ya sin la firmeza que habÃa mantenido por casi 60 minutos.
Hasta que la controversia se desató con el empate de Brasil, a instancias del VAR, tras una jugada de ataque en la que un rebote en el árbitro Pitana favoreció a los brasileños. Lucas Paquetá siguió con Lodi, cuyo centro fue bien aprovechado de cabeza por Firmino -con una floja respuesta de Ospina, además-, frente a las quejas cafeteras. Se interpretó que la intervención del juez no fue una ventaja para los locales, que tenÃan la posesión de la pelota. Los colombianos entendÃan que debió detenerse la acción y reanudar con un pique.
Siguieron varios minutos de reclamos. El desarrollo cobró nerviosismo. Colombia quedó fuera de eje, disperso por lo que consideró una injusticia, y Casemiro, en el décimo minuto de descuento, aprovechó la última jugada: cabezazo en el primer palo tras un tiro de esquina de Neymar y Victoria. Primer puesto asegurado. Brasil. Siempre Brasil. Para bien o para mal.