La estructura del Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales hoy es irremplazable y representa UN golpe financiero duro.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia, evento que muchos creÃan imposible en un mundo altamente interdependiente como el de hoy, es un hecho. Las vulnerabilidades frente a las posibles sanciones no bastaron para contener las intenciones expansionistas. Sin embargo, más allá de algunas ayudas puntuales en términos militares, pareciera ser que los lÃderes del mundo están apuntando a estos instrumentos como principal herramienta para terminar con las agresiones, en una serie de acciones casi sin precedente histórico.
El Comercio Internacional es un blanco diplomático siempre que se busque debilitar al oponente. La estrategia de ataque puede provenir de varias aristas: logÃsticas, financieras, aduaneras y comerciales.
La estrategia financiera de las potencias occidentales se centró en la exclusión parcial de Rusia del sistema SWIFT (siglas en inglés de la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), una red internacional de mensajerÃa financiera entre bancos y otras entidades financieras que hace posible el Comercio Internacional, transmitiendo mensajes de órdenes de pago de manera ininterrumpida. Tanto el pago de las importaciones como el cobro de las exportaciones se realiza a través de SWIFT.
Rusia desarrolló hace ya algunos años, un plan B: el SPFS (Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros), un canal alternativo para la transmisión de transacciones financieras tanto dentro como fuera del paÃs. En sus inicios, estaba destinado principalmente a usuarios rusos, aunque los bancos exteriores pueden unirse.
El plan de Vladimir Putin
Ante la insistencia de los paÃses de Occidente por limitar las transacciones financieras de Rusia, también podrÃa existir otro as bajo la manga de Putin: el CIPS chino (Sistema de Pagos Interbancario Internacional de China), un sistema al cual algunos bancos rusos ya se habrÃan unido en 2019. Realizar operaciones financieras a través del CIPS representa algunas ventajas, como la merma en la necesidad de dólares, ya que el comercio entre China y Rusia puede liquidarse en yuanes; y dificultar el monitoreo de transacciones de parte de EE. UU.
No son soluciones definitivas, pero sà alternativas posibles con las que cuenta Rusia para mitigar el bloqueo financiero parcial que hoy posee en sus operaciones internacionales.
Considerando que una parte importante de la economÃa rusa depende de la exportación de hidrocarburos y materias primas (es uno de los principales exportadores de grano del mundo), un aislamiento financiero de este tipo y sus consecuencias sobre la opinión pública podrÃan tener algún tipo de impacto importante sobre el devenir de la guerra.
A pesar de la imagen autocrática y totalitaria que se ha generado sobre la figura de Vladimir Putin, y aunque la influencia de la opinión pública sea menor a la de los paÃses democráticos, el peso del establishment ruso, fuertemente afectado por estas sanciones, no es un factor menor. El bloqueo de cuentas y bienes en algunos de los principales destinos de sus fortunas podrÃa impactar sobre el curso del conflicto.
Aunque Moscú ha intensificado sus esfuerzos en los últimos años para reducir su dependencia del comercio internacional y del sistema financiero en el que se sustenta, los esfuerzos tal vez no hayan sido suficientes.