Mientras el mundo sigue atento la crisis de migrantes entre Bielorrusia y Polonia, otra escalada más silenciosa se cierne sobre Europa del Este.
Desde hace dÃas, Rusia ha comenzado a mover un número considerable de tropas y equipamiento militar hacia la frontera con Ucrania, al punto que varios gobiernos, incluidos los de EE.UU. y la Unión Europea (UE), han alertado sobre la posibilidad de un ataque este invierno.
Kiev y Moscú están técnicamente en guerra desde hace más de siete años (cuando Putin invadió y se anexó Crimea) y los enfrentamientos fronterizos y los movimientos militares rusos son frecuentes en el área.
De hecho, en la pasada primavera, también sonaron las alarmas cuando tanques rusos desplegados en la frontera ucraniana.
Sin embargo, varias fuentes de inteligencia occidentales han expresado temor de que la situación ahora sea peor.