El ENACOM publicará una resolución que pone freno a los aumentos.
Las empresas de telefonÃa deberán deshacer los planes de aumentos que tenÃan proyectados y que ya habÃan notificado a sus clientes.
El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) publicará una resolución y modificará los cálculos que ya habÃan realizado las compañÃas del sector.
Una de las acciones más importantes es que en mayo finalmente no podrán aplicar ningún tipo de aumento, sin dudas uno de los golpes más duros que deberán soportar las telefónicas, ya que tenÃan previsto incrementar sus tarifas desde el mes que viene.
En cambio, en junio si se dará luz verde para que esto ocurra, en un porcentaje que irÃa entre 4% y 6%, lejos del hasta 15% que algunas de las telefónicas habÃan anunciado para el bimestre mayo-junio.
El otro punto clave es que el aumento no podrÃa alcanzar ni a todos su clientes, ni a todos los servicios. Al menos por el momento solo afectará a la telefonÃa móvil, y no a la TV paga e internet.
La idea es que los movimientos tarifarios no afecten a los clientes de ingresos más bajos -se presume que quienes utilizan planes con menor cantidad de gigas tienen un poder adquisitivo más bajo-, por lo que las subas llegarán solo a los más altos.
El argumento que maneja el Gobierno para no habilitar las subas de tarifas que las empresas pretendÃan imponer porcentajes que “exceden la inflación”.
En este sentido sostienen que, con el incremento que se habilitará durante el primer cuatrimestre se habrÃa alcanzado una suba similar al 16,5% de inflación prevista para ese lapso, monto que hubiera sido muy superior si se aprobaba el plan original de las telefónicas.
De cara al futuro quedan dos cuestiones por resolver. La primera, cómo se moverán las tarifas en el segundo semestre de 2021, y para esto se convocará a las empresas durante junio para retomar el diálogo y analizar el panorama.
En cuanto a la TV paga y el servicio de internet, se estima que en los próximos dÃas continuarán las negociaciones para intentar llegar a un acuerdo. El punto más duro de las negociaciones se dará con el servicio de internet, clave para el Gobierno en plena pandemia.