El gobernador de La Rioja destacó que los mandatarios a favor del juicio son más que los 11 que firmaron la denuncia. “Conozco su hombrÃa de bien y sé que van a defender los intereses de su provincia”, afirmó.
Respecto a la ausencia de respaldos de gobernadores que no son del peronismo, Quintela observó que lo hacen “por razones polÃticas, por que pertenecen a la oposición”. En ese sentido, cargó contra el titular de la Unión CÃvica Radical (UCR) y jefe provincial de Jujuy, Gerardo Morales“, y apuntó que “tendrÃa que explicarle a su gente por qué no defiende los intereses de los jujeños”.En esa sintonÃa, señaló que “el partido radical tiene valores y principios en su origen que están desdibujando por completo”, y afirmó que “hay cuadros intermedios” del radicalismo “que están reclamando volver a los orÃgenes, que no pueden convalidar el sostenimiento de los que están planteando desde la UCR”. Esto en referencia al fallo de la Corte Suprema que favoreció a la Ciudad de Buenos Aires en el reparto de Coparticipación Federal y fue uno de los detonantes de la decisión del Presidente de pedir el juicio polÃtico en el Congreso. Fue asà que aventuró, sobre el no reclamo de la UCR: “Creo que ese debate va a aflorar en algún momento y generar una profunda crisis interna en el radicalismo”.
Sobre el pedido de juicio polÃtico, afirmó que “las voluntades polÃtica son importantes, pero lo más importante es desnudar esta organización” entre el Poder Judicial y la oposición. “Tenemos que defender el federalismo y los recursos que son propios de las provincias argentinas que nos permiten achicar las asimetrÃas”, remarcó.
Por último, consultado sobre la posible oferta electoral del Frente de Todos, Quintela expresó que el hecho de que el eventual candidato presidencial “no sea de Capital Federal, por el momento” le parece “excelente”. En ese sentido, definió como “potables” a los gobernadores Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Jorge Capitanich (Chaco); el ministro de EconomÃa, Sergio Massa; Alberto Fernández; la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.